Afirman que “los alquileres altos y la falta de protección para los inquilinos impactan negativamente a los inquilinos y sus familias, así como a la economía en general. A nivel de los hogares, los alquileres elevados provocan inseguridad habitacional, falta de vivienda, problemas de salud y precariedad económica para los inquilinos que ya tienen dificultades”. Continúan: “A nivel regional, a medida que aumentan los alquileres, los inquilinos con empleos peor pagados son desplazados y no pueden vivir a distancias cercanas al empleo, lo que perjudica el crecimiento económico y perpetúa la dislocación del empleo”.
¿Qué puede ayudar? Control de alquileres, control de alquileres y más control de alquileres. Los economistas señalan que las regulaciones sobre alquileres “protegerán a los inquilinos, estabilizarán los vecindarios, promoverán la diversidad de ingresos en las economías regionales y mejorarán las perspectivas a largo plazo de la asequibilidad de la vivienda”.
Oponerse al control de alquileres, al menos por razones egoístas de las grandes empresas inmobiliarias, es simplemente un error. Los economistas enfatizan que “evidencia empírica sustancial” muestra que “las políticas de regulación de alquileres no limitan las nuevas construcciones ni la oferta general de viviendas”.
Estos son hallazgos importantes que exponen el hábito de la industria de bienes raíces de hacer reclamos contra el control de alquileres basados en estudios obsoletos o inexactos. Este estudio de Stanford citado con frecuencia sobre el control de alquileres, por ejemplo, es engañoso y gravemente defectuoso. El uso del control de alquileres para proteger a los inquilinos contra propietarios abusivos es una tradición consagrada en Estados Unidos es tan americano como el pastel de manzana.
Las conclusiones de los economistas a favor del control de los alquileres están respaldadas por estudios clave publicados por la Universidad del Sur de California, UCLA y UC Berkeley que encontró que el control de alquileres es una herramienta valiosa para estabilizar la crisis de asequibilidad de la vivienda y evitar que las personas caigan en la calle. Al final, los 32 economistas y los investigadores de la USC, UCLA y UC Berkeley dicen lo mismo: el control de alquileres funciona.
En California, la situación es terrible. Las crisis de vivienda asequible y de personas sin hogar son peores que nunca, por lo que el sistema está claramente roto. Aceptar el status quo y negarse a actuar es un flaco favor a los millones de personas que luchan por sobrevivir en California, y el control de los alquileres es una solución clara al problema.
¿Por qué no probar el control de alquileres? qué tenemos que perder? Como lo expresaron los principales economistas de Estados Unidos, los californianos ya han perdido suficiente y la derrota no tiene por qué ser nuestro status quo. Consigamos una victoria contra Big Real Estate.
Patrick Gama McDonald es el periodista de defensa galardonado de California La vivienda es un derecho humano.