Al editor: Su artículo, “¿El fin de los hoteles baratos de Skid Row? Los líderes de Los Ángeles quieren reemplazar las viviendas de último recurso para personas sin hogar”, deja al descubierto la dura verdad de que los funcionarios de la ciudad claramente no tienen un plan viable para frenar la crisis de personas sin hogar y de vivienda asequible. Deshacerse de las unidades de ocupación de una sola habitación (SRO, por sus siglas en inglés) solo empeoraría las cosas.
Los Ángeles sigue fracasando en materia de vivienda, y esa disfunción se pone de manifiesto en la propuesta de las autoridades de destruir el último peldaño de la escalera de la vivienda como posible solución. Con más de 75,000 personas sin hogar en el condado de Los Ángeles y seis de ellas muriendo cada día, ¿cómo puede ser la respuesta destruir los únicos edificios disponibles para albergar a las personas que más lo necesitan?
La construcción de viviendas nuevas lleva años y la mayoría de los promotores no quieren construir viviendas realmente asequibles porque no generan dinero. Aprovechar el inventario existente y renovar propiedades antiguas y vacías permite poner en funcionamiento viviendas más rápido y a un menor costo.
¿Son perfectas las SRO? No. Pero con el apoyo adecuado, son viables, como lo han sido durante más de 100 años.
Las unidades SRO son un salvavidas para las personas de bajos ingresos. No son glamorosas y suelen tener los problemas que acompañan a los edificios antiguos de cualquier ciudad, pero son soluciones a la trágica crisis humanitaria que enfrentamos todos los días.
Los SRO solo necesitan inversión: dinero y atención que la ciudad no les ha brindado.
Mark Dyer, Los Ángeles
El autor es vicepresidente de operaciones, bienes raíces corporativos y vivienda en AIDS Healthcare Foundation, que posee varios hoteles SRO reconvertidos en Los Ángeles.